Comida típica de Chile

Comida típica de Chile

Platos típicos de Chile

 

 

La gastronomía chilena es resultado de la mezcla de la cultura indígena y lo aportado luego de la conquista por España, representando la mayor parte de la intervención del viejo continente. Del mismo modo los inmigrantes posteriores de Europa han contribuido, aunque de menor manera con la cocina característica, tales son los casos de Alemania, Italia y la recién influencia generada de Francia, han convertido a Chile en un país con una cocina exquisita.

Las preparaciones chilenas tienen una profunda huella ancestral de su herencia originaria, la penetración de las culturas europeas y su posición geográfica han generado como resultado una tradición culinaria enriquecida. La extensión territorial ha generado variados platos típicos según su posición, ejemplo de ello es el norte rico en variedad de frutas, donde puedes deleitarte con los mejores platos a base de quínoa. En el centro, los derivados del maíz y los jugos más dulces en verano son dignos de degustar por cualquiera. Y nunca se puede olvidar el sur chileno con su cocina mapuche. Puesto que Chile vive estaciones, pasando de los calurosos veranos hasta llegar a los fríos inviernos, la gama culinaria y su platería típica cambia de una a otra. El más importante de los platos de verano es la humita. Cuando el maíz abunda en la tierra chilena, se prepara este plato a base de lo recogido en la cosecha. 

La plataforma fundamental de la comida chilena tiene su origen en el sustrato indígena: el maíz, extendido desde Centroamérica. El ají, la papa y el zapallo (calabaza) que siguen formando pilar imprescindible en su cocina. 

Los grandes ríos y las playas pertenecientes a la región han hecho una tradición pesquera desde tiempos inmemorables donde los pescados y mariscos son preparados con ingredientes locales que resaltan sus sabores únicos.  La preparación de muchos de estos platos se realiza al aire libre como un evento social que reúne a las personas varias horas frente a las ollas y fogones.  

Posterior a la conquista, no sólo se agregaron nuevos alimentos, sino técnicas y prácticas españolas. A partir del final del siglo XIX se le sumó la cocina francesa traída de las élites locales adoptando y adaptando las mejores recetas de Francia. Y aunque la transición de las recetas de las grandes familias chilenas se hacía de forma oral, algunas de estas guardaron recetarios manuscritos y estos se conservan hasta nuestros días en conventos y bibliotecas. Del mismo modo, se tuvo especial cuidado en el resguardo de apuntes traídos de España, Francia o incluso Inglaterra. Cabe destacar que luego de la invención y propagación del uso de la imprenta, se empezó a divulgar los manuales de cocina chilena, el primero fue publicado en 1851, en Santiago de Chile. Desde entonces las publicaciones de títulos como El confitero chileno (1872) y la Enciclopedia del Hogar de la tía Pepa (1898) empezaron a abundar y con ello el uso y ejercicio de la herencia gastronómica de Chile.  

Así es de importante la cultura culinaria en el país que los lleva a celebrar anualmente el día de la Cocina Chilena, orgullo patrio.